La cama usurpada

Hoy voy a contar algo que me pasó hace algunos años estando de vacaciones con mi marido...

Ese año, fuimos de vacaciones con tres parejas de amigos a una casa rural en Orense. Al igual que nosotros, había otra pareja que iba con su niño, hecho que propició lo que voy a narrar a continuación.
La semana iba muy bien y la verdad es que lo pasábamos genial... El caso es que todos los que íbamos nos conocíamos de toda la vida y había cierta confianza. Me refiero, para hablar de ciertos temas... Os podéis imaginar... sexo por aquí, sexo por allá... sobretodo, por parte de mi marido, que era un poco bocazas y lo contaba todo sobre nuestra intimidad... Una de las noches, tomándonos algo en el porche, surgió el tema del sexo y bastante subidito de tono... Todos hablamos pero sobretodo mi marido, que entabló conversación con una de nuestra amigas, la mamá del otro nene. La llamaremos Rosa...
La verdad, es que siempre había existido cierto tonteo entre ellos y él siempre me decía que le gustaban sus tetas, que si que eran grandes y redondas, como a él le gustaban...
El caso es que la conversación fue subidita de tono pero siempre desde la broma o eso creía yo.... Cuando recogíamos, los vi irse a la cocina y yo los seguí. Ella no le quitaba ojo del paquete ni él de las tetas. Antes de entrar a La cocina, escuché sus risas y me asomé sin que me vieran y vi a ella pasar por su lado rozándose con todo su paquete como si no le quedara más remedio que pasar tan cerca... Mírala, quien se lo iba a imaginar... Y él, dejándose querer... pero entré yo a fastidiarles el plan... Se sobresaltaron un poco e hicieron como si no hubiera pasado nada. La cosa se quedó ahí y nos fuimos a dormir. En la cama le pregunté por lo que había visto en la cocina y él le quitó hierro al asunto pero yo insistí y le pregunté si quería tener algo con ella. Empecé a imaginarme cómo se la follaba y se lo iba contando y su paquete parecía que se animaba. Empecé a tocarle, estaba desnudo... Ummmm. La cosa se ponía dura que muy dura mientras yo seguía hablándole sobre sus tetas, su culo, sobre cómo se la chupaba... Le gustaba la idea al muy guarro... pero en ese momento el niño empezó a llorar y tuve que acostarme en su cama... Se había acabado la noche. Pero lo mejor estaba por llegar...
Ya de mañana, muy temprano, no sé decir a qué hora, se escuchó llorar al niño de mi amiga Rosa. Parecía que ya andaban despiertos. Yo intenté seguir durmiendo pero me iba a costar. Al final había dormido en la cama con mi hijo y mi marido se había quedado solo en la cama que compartíamos. Cerré los ojos, pero volví a escuchar al niño, pero esta vez muy cerca... Parecía que estaba en el pasillo de nuestro cuarto con su madre. Está le decía que se callara que nos iba a despertar y lo mandó con el padre. Para mi sorpresa, en vez de irse ella, abrió un poco la puerta del dormitorio y miró hacia la cama que estaba mi marido y después donde yo estaba. Mi marido seguía desnudo y a ella pareció interesarle mucho. Entró en silencio y se dirigió a la cama. Estaba todavía oscuro pero pude ver que se ponía al lado de la cama mientras lo contemplaba. Curiosamente, ¡tenía una erección! Parecía que estaba soñando pues estaba intranquilo. Ella se puso de rodillas y ni corta ni perezosa empezó a acariciársela muy despacio. No la veía muy bien pero diría que eso es lo que estaba haciendo. ¡¡La muy zorra había entrado para cogérsela a mi marido!! Pero, ¿en que estaba pensado? ¿Qué pasaba? ¿Se lo iba a follar? ¡¡Era alucinante!! Los nervios me podían... y cierto morbo también... empezaba a excitarme la idea... Mientras pensaba en eso, pasó del manoseo y se la metió en la boca, se la tragó, la engulló... ¡¡La veía subir y bajar la cabeza y él parecía que seguía dormido!! ¡¡Imposible!! Y yo allí mirando y mirando. ¡¡Dios!! Era súper excitante. Se la tragaba una y otra vez... Y yo cada vez sentía mas calor entre mis piernas. Mi supuesta amiga se la estaba chupando a mi marido y este parecía dormido... o se lo hacía. Tenía que estar despierto. Y ella dale que te pego y él se retorcía y yo también quería... Así que puse mi mano en mi entrepierna. No podía evitarlo... Quería tocarme y gemir más y más. Ahora le escuchaba a él que parecía hablar... Y entonces, ella se levantó, se quitó el pantalón del pijama y sin pensárselo... ¡se sentó encima! La engulló entera y vi cómo él le agarraba los muslos mientras permanecía boca arriba. ¡Se había despertado y le había seguido el rollo! Se la estaba follando... o ella a él... ¡Joder! La veía moverse, retorcerse de gusto e incluso gemir bajito. Cabalgaba y cabalgaba sobre el y mientras él le cogía el culo, y después las tetas como si no se lo creyera, como si todo fuera un sueño del que no quisiera despertarse... Y mientras yo, no sabía porqué, seguía excitadísima con mucha ganas de tocarme (estaba chorreando) y no hacía nada por pararlos... ¡¡Hasta cambiaron de postura!!. Él se incorporó y le dijo algo al oído y entonces ella se quitó de encima y se puso a 4 patas en la cama mirando hacia la ventana. No tenían nada de pudor... No pude resistirme y me puse la mano en el coño y me di de lo lindo mientras él se la metía desde atrás soltando un gemido. ¡Ay! ¡Qué bueno! Verlos follar era lo mejor. Él empujaba una y otra vez cada vez más fuerte y yo me tocaba con ganas pero sin apenas moverme... Quería que me follara a mi también, que me la empotrara como a ella... Gemían cada vez más alto y sus movimientos eran convulsivos , salvajes mientras yo aceleraba el ritmo de mi mano... ¡¡Ohh!! Menos mal que estaba tapada con la sábana... ¡Ah! No podía más y entonces le vi acelerar y moverse con todas sus fuerzas y ella le pedía más y más sin ningún pudor. ¡Joder! Se corrió escandalosamente a la vez que ella sin parar de retorcerse... Y yo, que no quería quedarme así, me froté más y más sin importarme nada y también me corrí... ¡¡Bestial!! ¡¡Qué pasada!! Ni que decir tiene que mi niño se despertó, con lo cual ella tuvo que salir pitando del cuarto sin tener tiempo de recoger siquiera el pantalón del pijama... Imaginaos... El niño se incorporó y miro donde estaba el padre, que rápidamente se había vuelto a acostar... A disimular... El enano se levantó y se fue a la cama del padre. Yo también me levanté y me fui con ellos como sino hubiera pasado nada... Todos teníamos un secreto que guardar... y él tendría que explicarme qué hacía allí ese pantalón...



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